martes, 11 de enero de 2011

Caca de perro

Con cinco pesos en la bolsa

y un par de mentiras sobre mi espalda

me doy cuenta

que mi converse izquierdo tiene mierda en la suela

Pero ¿qué importa mientras huela bien?

Paso la vida a paso

inundado de ideas oprobias

a una velocidad de muertes por segundo

atrincherado en la esquina

contando los centavos

para completar la escasa inmundicia de las noticias amarillistas

De la nada me invento recuerdos

como cuando Disney se inventó a Mickey

o Stan Lee tejió a Peter Parker

Me invento recuerdos

con la simple intención de tener compañía

Hablar y no me juzguen de loco

aunque a estas alturas

la locura es tan indispensable

que el seguro social se hace millonario con las cuotas de pensión

A mediación de cuadra

la vida se vuelca en prostitución de oferta y demanda

suicidas ahorcados con tiras de propaganda

porque es más barato publicitar de voz en voz

que la marihuana puede ser legalizada

a pesar de las protestas de los pachecos

para que no se considere producto de la canasta básica

y siga costando los mismos cincuenta pesos al menudeo

Siempre a las horas del mediodía

salen los demonios de mi calcetín

emputados con la irritable sensación de sudar

apestando junto al señor de al lado

mientras le doy una mordida al taco de pastor de a peso

ahora medito sobre la economía y

jamás supe cómo regatear la esperanza

Al minuto cincuentaytres de lo que llevo caminando

suena en un tono bajito:

“come together right now over me”

Justo cuando emboscan una camioneta con familia abordo

secuestrando la infancia de los niños

y la poca tranquilidad que conservaban los padres

Vuelvo la vista al suelo

con la grandísima sorpresa

que el perroguía del peatón ciego

hizo su gracia antes de dejar mis huellas sobre el pavimento